La ira es la máxima expresión del enojo desmesurado, rabia y furia. Es una una reacción espontánea de tipo violenta ante un suceso inesperado. Cuando una persona es presa de la ira, produce trastornos cerebrales que se manifiestan en forma de sudor, enrojecimiento del rostro, temblores, gestos desproporcionados con gritos y violencias, sentimientos apasionados de odio que disminuyen momentáneamente el raciocinio.
Benjamin Franklin alguna vez dijo que “La ira jamás carece de motivo, pero raramente tiene
un buen motivo”, por tal, recordamos algunos de los episodios en los que algunos funcionarios públicos han mostrado la ira que en ese momento los domina.
Uno de los sucesos más recientes de este tipo es el del diputado local del PRD, Jorge Valdés quien durante las pasadas elecciones internas del sol azteca, golpeó a un travesti en plena calle, y después salió a decir que había “insultado la memoria de su madre” y que él “había reaccionado como hombre y no como legislador”. El caso quedó en el olvido, pues ni las instituciones encargadas de ese tipo de delitos, ni el PRD, dijeron cuáles serían las consecuencias de los actos de Valdés.
Otro ejemplo de este tipo es la venganza que los ciudadanos de Ucrania tomaron contra el legislador Vitaly Zhuravsky. El ataque sucedió porque el diputado fue uno de los mayores impulsores de una ley de restricciones a los manifestantes que incluía fuertes multas a quienes se atrevieran a insultar al gobierno durante las protestas, esto cuando el expresidente Víktor Yanukóvich, se encontraba en vigencia. Ante el hecho, un grupo de manifestantes lo tomó a la fuerza y lo lanzaron a un contenedor de basura donde comenzaron a arrojarle objetos e insultarlo hasta que elementos del ejército llegaron a salvarlo de la multitud.
Un suceso de ira colectiva fue el que sucedió en marzo de este año en la cámara de diputados, cuando legisladores del Partido del Trabajo y del Partido Revolucionario Institucional, en medio de la discusión del seguro de desempleo, al no ponerse de acuerdo en el tema, se hicieron de palabras ofensivas que se convirtieron en jalones y empujones. Los protagonistas del acto violento fueron los diputados José Espinosa Rangel, del PRI y Manuel Huerta Ladrón de Guevara. Rangel, fue quien inició el pleito, pues prácticamente bajó a Huerta de la tribuna con empujones, apoyado por los legisladores mexiquenses José Manzur Quiroga y Gerardo Liceaga Arteaga. El legislador perredista Duarte Ortuño, llegó en auxilio de Huerta y tiró del cuello a José Espinosa hasta mandarlo al suelo.
Un ejemplo claro de cuando la ira consume es el del diputado griego neonazi,Ilias Kasidiarios quien durante un debate de televisión, no aguantó las acusaciones que le hacía una des sus homónimas de la izquierda radical y se levantó y comenzó a golpearla sin preocuparse de que fuera una mujer a la que tenía frente a él.
https://www.youtube.com/watch?v=gCigi-1r6TU