Sí, a Sofia Hellqvist la suerte le ha sonreído. Desde el 2010, tras conocer al príncipe Carlos Felipe, el menor de los hijos de los reyes de Suecia, la vida de la que fuera stripper cambió por completo convirtiéndose en la que bien podría inspirar el protagónico de un película de Walt Disney.
Sofia Hellqvist, de 30 años proviene de una humilde familia sueca y saltó a la fama en 2005 cuando participó en el reality show, Paradise Hotel, donde protagonizó candentes escenas sexuales con hombres y mujeres, antes de su participación en el programa de televisión, posó en topples para la revista masculina Slitz, luego cambió su residencia a Las Vegas, Nevada, en busca de una oportunidad de trabajo, pero después de un tiempo, en 2010, volvió Suecia donde comenzó a trabajar en un exclusivo club privado ofreciendo un candente show erótico. Ahí, en ese club, es donde muchos aseguran que fue el flechazo entre Sofía y Carlos Felipe de Suecia, aunque la Casa Real anunció a través de un comunicado que la pareja se conoció en una discoteca.
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El amor entre la pareja nació al instante, tanto, que apenas unos meses después de conocerse, el príncipe y la bailarina comenzaron a vivir juntos en un exclusivo y lujoso sector de la ciudad de Estocolmo y a partir de ese momento, las apariciones en público de la pareja comenzaron a hacerse más frecuentes para desagrado de la familia real y de muchos de los seguidores de la corona sueca.
Poco a poco, Sofía se fue ganando el cariño de la sociedad sueca y de la familia de su novio Carlos Felipe. En 2010 fundó junto a Frida Vesterberg la asociación Project Playground, con la que ayuda a niños y jóvenes en Sudáfrica. Así la modelo fue conquistando a los suecos y al príncipe Carlos, quien tras casi cuatro años de noviazgo, el 30 de junio de 2014 anunció su matrimonio con Sofia.
El 13 de junio de este 2015, el príncipe Carlos Felipe de Suecia y Sofía se dieron el sí acepto en medio de una gran boda a la que asistieron los reyes Carlos XVI, Gustavo y Silvia y sus dos hijas, Victoria y Magdalena, con sus respectivos maridos, el príncipe Daniel y Christopher O’Neill, encabezaron una representación que incluyó también a las reinas Margarita de Dinamarca, Máxima de Holanda, Matilde de Bélgica y Sonia de Noruega.
Tras su boda, Carlos Felipe de Suecia convirtió a Sofia Hellqvist en Alteza Real, Princesa de Suecia, Duquesa de Värmland y en miembro de la Familia Real Sueca, pero la historia de cuentos de hadas de esta princesa apenas comienza, pues dentro de seis meses, Sofia se convertirá en la madre del quinto nieto de los reyes de Suecia.