Comienzan las vacaciones de Semana Santa y para muchas personas, además de ser el pretexto perfecto para salir y convivir con la familia y amigos, también es el momento justo para dedicar un buen tiempo para leer un libro, escaparse del estrés y perderse entre las letras que transportan a otra realidad.
Ante la pregunta sobre qué título elegir, el senador del Partido Acción Nacional, Javier Lozano Alarcón (@JLozanoA), nos da una lista con cinco de sus libros favoritos para disfrutar en para estos días de descanso:
El Último Encuentro, Sandor Marai
La búsqueda de la verdad como fuerza liberadora, como soporte ético imprescindible para sobrellevar el transcurso de una vida, está en el centro de esta novela magistral, que tras permanecer en el olvido durante más de cincuenta años fue rescatada por la prestigiosa editorial italiana Adelphi y se colocó rápidamente en el primer puesto de las listas de libros más vendidos de Italia. La tremenda exactitud de su prosa, apenas atemperada con un barniz de refinada melancolía, unida a la vigencia de sus propuestas morales, sitúa a Sándor Márai entre los grandes escritores europeos de este siglo. Un pequeño castillo de caza en Hungría, al pie de los Cárpatos, donde alguna vez se celebraron elegantes veladas y cuyos salones decorados al estilo francés se llenaban de la música de Chopin, ha cambiado radicalmente de aspecto. El esplendor de antaño ya no existe, todo anuncia el final de una época. Dos hombres mayores, que de jóvenes habían sido amigos inseparables, se citan a cenar tras cuarenta años sin verse. Uno ha pasado mucho tiempo en Extremo Oriente, el otro, en cambio, ha permanecido en su propiedad. Pero ambos han vivido a la espera de este momento, pues entre ellos se interpone un secreto de una fuerza singular. Todo converge en un duelo sin armas, aunque tal vez mucho más cruel, cuyo punto en común es el recuerdo imborrable de una mujer. La tensión aumenta, línea tras línea, hasta que se hace casi insoportable, pero la prosa continúa, implacable, precisa, fiel reflejo del empeño de los protagonistas por hurgar hasta en lo más recóndito de sus almas, allí donde se encuentran esas verdades cuyo descubrimiento provoca, al mismo tiempo, un insoslayable dolor y un incontenible impulso vital. (Reseña de googlebooks).
El Conde de Monte Cristo, Alejandro Dumas
La novela cuenta la historia del joven marinero Edmundo Dantés, acusado injustamente de agente bonapartista y condenado a prisión sin juicio por el secretario del procurador del rey, quien ve en él una amenaza a su prometedor futuro, pues puede descubrirse a través de Dantés un complot organizado por su padre contra la monarquía. Edmundo es encarcelado en el Castillo de If, donde conoce al abate Faria, quien, a lo largo de los años de encierro, le transmite su sabiduría y le revela el secreto de un tesoro escondido en la isla Montecristo. Edmundo logra huir de la cárcel, da con el tesoro y luego decide salir en busca de las personas que lo ayudaron y de las que lo traicionaron. Veintidós años transcurrieron desde el injusto encarcelamiento de Dantés. Cada una de las familias involucradas en la intriga tiene sus historias y sus secretos, los cuales serán descubiertos por el conde de Montecristo, nombre que ha adoptado Dantés para consumar su venganza. (Reseña de quieroleer.com)
Memorias de Adriano, Marguerite Yourcenar
Marguerite Yourcenar cuenta que una vez encontró, en una carta de Flaubert, esta frase inolvidable: Los dioses no estaban ya, y Cristo no estaba todavía, y de Cicerón a Marco Aurelio hubo un momento único en que el hombre estuvo solo. La autora de estas Memorias de Adriano añade: He pasado una gran parte de mi vida tratando
El Evangelio Según Jesucristo, José Saramago
El Evangelio según Jesucristo responde al deseo de un hombre y de un escritor de excavar hasta las raíces de la propia civilización, en el misterio de su tradición, para extraer las preguntas esenciales. ¿Quién es este nuestro Dios, primero hebraico y ahora cristiano, que quiere la sangre, la muerte, para que sea restablecido el equilibrio de un mundo que sólo de sus leyes se nutre?» «El Evangelio» de José Saramago es todo así, trágicamente problemático, y sería absurdo condenarlo con leyes que no sean sus propias leyes, literarias, poéticas y filosóficas. Aquí no se niega lo divino, la religiosidad latente en el corazón de cada hombre: lo que se hace es interrogarlo, cuestionarlo, acusarlo. Apasionadamente, religiosamente. Como Milton, situado en el lado del perdedor, que es siempre, no lo olvidemos, un ángel caído. (Reseña de google books)