Cuando Isabel tenía 7 años de edad, su padre, el entonces rey de Inglaterra Jorge VI la acercó a uno de los mundos que más prefiere la actual monarca, el de los perros y en particular el de la raza corgi. El rey le regaló uno que había escogido en una perrera y al cual llamó Dookie. En ese entonces no era una raza conocida, pero conforme fueron pasando los años se convirtieron en un emblema de la corona británica.

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A sus 18 años, Isabel recibió a quien se convertiría en su amiga más leal, una corgi a la cual le puso el nombre de Susan. Dos años después, es decir, en 1949 esta perrita tuvo dos cachorros, así que fue la encargada de estrenar el programa de crianza que la reina planteó en su momento. Este centro se colocó al interior del castillo de Windsor y rápidamente se convirtió en un referente a nivel mundial. De este mismo sitio se creo la raza dorgie, una cruza entre el perro salchicha de la princesa Margarita, Pipkin y Tiny, un corgie de la reina Isabel. 

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Roger Mugford, experto en psicología animal, dijo a The Telegraph que: «cada perro cuenta con un menú de comida diseñado de manera individual, que incluye un despliegue de remedios homeopáticos y herbales. Un mayordomo se encarga de servirles su comida en una ecléctica colección de plata y platos de porcelana… La Reina pide a los corgis que se sienten formando un semicírculo frente a ella, y después los alimenta uno por uno, según su antigüedad, mientras los otros esperan de manera paciente a que llegue su turno».

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Un experto en la monarquía inglesa, Brian Hoey en su libro «Mascotas por designación real», detalló que la dieta de los perros corgies se basa en filetes de pechuga de pollo, solomillo de ternera y la reina Isabel los consiente con galletas gourmet. Antes de los juegos olímpicos de Londres 2012, la monarca anunció que dejará de criar corgis, pues en seis décadas ha logrado tener más de 14 generaciones y no quiere que cuando ella muera sus perros se queden solos.

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En la fotografía oficial de sus 90 años, en abril de 2016, la reina aparece escoltada por los hermanos Holly y Willow, los cuales se convertirán en los últimos corgis galeses de Pembroke de la corona británica. El duque de Cambridge y segundo en la línea de sucesión, Guillermo, tiene un perro cocker así que habría remplazo para el título de perro real.  

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*Con información de VanityFair