El Zócalo estaba lleno. La lluvia que irrumpe anualmente hacia la medianoche hizo una tregua con los asistentes a la Plaza de la Constitución. Los gritos no se dejaron esperar alrededor de las 23:00 horas en cuanto el Presidente de México, Enrique Peña Nieto, por quinto año consecutivo, salió al Balcón Presidencial de Palacio Nacional para encabezar la tradicional Ceremonia de El Grito de Independencia. Pero en esta ocasión, a diferencia de las anteriores, hizo un llamado de solidaridad para los damnificados del terremoto del pasado 7 de septiembre que tuvo una magnitud de 8.2 grados y dejó mayores daños en los estados de Oaxaca y Chiapas. 

VER: Este es el protocolo de la Ceremonia de El Grito

(Foto: gob.mx)

Hasta el cierre de esta nota los muertos –luego de haber dejado de cimbrar en sus centros la tierra del suelo mexicano– rebasaban las 96 personas en lo que se considera el mayor terremoto percibido en México desde 1930. Por lo tanto, de manera oficial se dijo que había muy pocos integrantes del Gabinete Presidencial entre los asistentes a la Ceremonia del Grito de Independencia.

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Acompañado de su esposa Angélica Rivera Hurtado, quien lució un vestido largo negro con bordados plateados elaborados por artesanos oaxaqueños, el Jefe del Ejecutivo se mostró serio y apenas emanó algunas sonrisas durante el espectáculo de la pirotecnia para el cual ya se hizo acompañar en el Balcón Presidencial por sus tres hijos: Paulina, Nicole y Alejandro Peña Pretelini, así como por las tres hijas de su esposa Angélica: Sofía, Fernanda y Regina Castro Rivera, quienes sonrientes disfrutaron de los tradicionales fuegos artificiales que durante diez minutos iluminaron el cielo capitalino.

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