Uno de los episodios más emblemáticos del inicio de la carrera de Luis Miguel fue el acercamiento que tuvo con el entonces presidente de México José López Portillo en 1981, en la boda de su hija Paulina. El episodio ha sido registrado por diversos medios de comunicación a lo largo del tiempo, sin embargo, en el libro «Luis Miguel, la historia. La verdad sobre la vida del cantante mexicano más exitoso de todos los tiempos» escrito por Javier León Herrera con la colaboración de Juan Manuel Navarro, se detalla el momento que cambió la vida de la familia Gallego Basteri.

Paulina López Portillo Romano y Pascual Ortiz Rubio Downey, nieto del presidente de México de 1930 a 1932, Pascual Ortiz Rubio, se casaron el 29 de mayo de 1981 en el Colegio Militar al sur de la Ciudad de México. El acontecimiento se convertiría en el evento del año, debido a que el papá de la novia era el titular del Poder Ejecutivo a nivel nacional.

Luis Miguel y los López Portillo. (Foto: El Universal)

José Manuel Gallego, el famoso tío Pepe, hermano mayor de Luis Rey, papá de Luis Miguel, fue el artífice de que el cantante de apenas 11 años de edad se presentara ante las personas más influyentes del país en ese momento. Fue con ayuda de Arturo «El Negro» Durazo quien se desempeñaba como jefe del Departamento de Policía y Tránsito de la capital, que Pepe contacto a Carmen Romano, la primera dama. Ella le dio entrada a Los Pinos para reunirse con el coronel José Manuel Orozco encargado de la organización de la boda. En esa reunión, Pepe conoció a Paulina, la futura novia y su padre José López Portillo, que dio el visto bueno de que Luis Miguel cantara en la boda.

Sin embargo, Paulina solicitó a Pepe que al siguiente día volviera a Los Pinos con Luis Miguel para conocerlo. La cita era a la 1 de la tarde, ahí estaban Luis Rey con su guitarra y su hijo con su voz, la primer canción que Micky -una de las varias formas que se utilizan para referirse a Luis Miguel– interpretó fue «Malageña Salerosa», después hizo pruebas con composiciones de Paulina quien también era cantante como: «Just» o «Papachi». Al final no le quedó duda a Paulina de que Luis Miguel cantaría en su boda, sin imaginar que ese episodio sería la punta de lanza de la carrera del fenómeno latinoamericano.

(VER VIDEO)

El día del evento, lo que relata el libro publicado por la editorial Aguilar de Penguin Random House, Luis Miguel se deslumbró por la presencia de personajes como Mario Moreno «Cantinflas». Después de la orquesta Bebu Silvetti cantó el niño güero de ojos de color y pelo lacio, que iba vestido con una camisa blanca y un pantalón azul marino. Paulina presentó a Luis Miguel como una sorpresa para su padre. Cantó «Lagrimas», «Malageña Salerosa» y «Papachi» asombrando a todos los presentes incluidos a los ejecutivos de la compañía discográfica EMI, a quienes el tío Pepe les consiguió las invitaciones a la recepción por órdenes de Luis Rey, para que vieran a su hijo cantando en la boda de la hija del Presidente.

(VER VIDEO)

El objetivo último se había cumplido, David Stockling, entonces director general de EMI Capitol en México, justo en la cumbre del mini concierto que estaba ofreciendo el pequeño, le dijo a Luis Rey: «Luisito, no me lo puedo creer, tu hijo es una bomba, esto lo comunicó a Londres mañana mismo, tenemos que hacernos con la exclusiva y espero no vayas a pedir una fortuna por ello». El primer contrato de Luis Miguel con EMI fue de un millón de dólares. Por su parte, Paulina López Portillo y Pascual Ortiz Rubio Downey, tuvieron dos hijas: Tatiana y Paulina.

Luis Miguel y los López Portillo. (Foto: Internet)