Ha desistido. La empresa Amore Auditorio S.A. de C.V. decidió retirar la querella interpuesta contra la actual administración del Auditorio Nacional −dirigido por Eduardo Amerena Lagunes− por así convenir a los intereses de los socios de Gabriel Kleiman López, apoderado legal de dicha Sociedad Anónima. Así quedó de manifiesto en el expediente 1043/2018 del juzgado septuagésimo civil, donde el pasado 8 de abril, la juez interina Dolores Rodríguez Torres solicitó que se archive el asunto como totalmente concluido.

En entrevista con Cuna de Grillos, una fuente cercana a los demandantes −quien solicitó el anonimato− explicó que la decisión de Pizza Amore responde a los intereses de cuidar la marca, retirar el equipo embargado en el Auditorio para utilizarlo en otra sede y, sobre todo, dejar abierta la posibilidad de colaborar en este centro de espectáculos en un futuro cercano. «El Auditorio Nacional es mucho más que las personas que ahora lo administran», concluyó.

La historia de los escándalos del Coloso de Reforma comenzó el 20 de febrero de 2019 cuando este medio digital publicó la nota bajo el título «Eduardo Amerena y las demandas que enfrenta el Auditorio Nacional». En el cuerpo de esa noticia se entrevistó a Gabriel Kleiman López, representante de Pizza Amore así como a Rodrigo Ávila Kuri de la empresa Café Rack. Los entonces exproveedores manifestaron su inconformidad por las que denominaron como «anomalías que tienen que ver con la administración de Amerena Lagunes». Para ese texto se buscó al Coordinador Ejecutivo del Auditorio Nacional sin tener respuesta por parte de su oficina de Comunicación.

Luego de la publicación de la nota, Amerena Lagunes concedió una entrevista para Cuna de Grillos, publicada con el titular: «Yo encontré esto en una situación financiera a punto de quiebra»: Eduardo Amerena, en la que explicó sus razones para no renovar los contratos de los proveedores y, sobre todo, reconoció que había tres demandas para el Auditorio Nacional. Bajo la figura de Persona Física, César Gabriel Cervantes Tezacuano de igual forma demandó al centro de espectáculos.

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Sin embargo, los dolores de cabeza para el Auditorio Nacional no han concluido ya que aún están en curso dos demandas de las tres que ha reconocido Eduardo Amerena.

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