Para nadie es un secreto que la cocina es uno de los pasatiempos favoritos del senador Jorge Luis Lavalle Maury (@JLavalleMaury), quien además de ser apasionado de la política y del ejercicio disfruta del buen comer. Cuando su agenda lo permite, él mismo es quien prepara los platillos, acto que en muchas ocasiones le sirve de pretexto para compartir experiencias con sus hijos, Juan Pablo, Jorge Luis y Carlos, pues con ellos elige qué es lo que comerán y entre los cuatro preparan lo elegido.

Las fechas decembrinas siempre son el pretexto ideal para convivir con los seres queridos, pues el momento de sentare a la mesa y compartir los tradicionales platos navideños con la familia, es sin duda una de las mejores experiencias del año, por eso, el senador blanquiazul compartió para Cuna de Grillos la receta del platillo que más disfrutan sus hijos: el pato pekín.

Ingredientes:

1 pza. de pato

500 ml. de miel

500 gr. de soya

20 ml. de limón

200 gr. de jengibre

Pasos a seguir:

Hierve el agua con tres cucharadas de sal, escalda el pato unas vueltas y rocía la parte que no alcanzó a sumergirse en el agua hirviendo. Luego de retirarlo, píntalo con la miel disuelta en salsa soya, déjalo secar y cuando esté a temperatura ambiente, mételo al refrigerador unas horas para que se seque más la piel.

Con un cuchillo quita los excesos de grasa, y con la punta trazas rayas a lo largo y ancho de la piel del pato (sin llegar a la carne), formando figuras de diamantes o cuadros.

Preparas la salsa con miel de abeja, soya y un poco de limón, que quede un poco espesa. Bañas muy bien el pato con la salsa. (¡Ojo! de preferencia déjalo marinando con la salsa una noche completa.)

Con dos pedazos de papel aluminio cubre las patas del pato (sólo el hueso) y precalientas el horno a 180 grados. Mete el pato en una charola con una parrillita para que quede un poco levantado de la base de la charola (porque va a soltar mucha grasa).

Lo dejas una hora aproximadamente o hasta que veas que la piel está bien dorada. Cortar en pedazos al gusto y listo. 

¡Buen provecho!