En la inmensa Ciudad de México existe un lugar que pocas personas conocen. Y no sólo eso, también desconocen que en este sitio se encuentran enterrados grandes personajes de la vida política y cultural de México, como presidentes de la República, Ministros de Estado, Gobernadores, militares distinguidos y artistas notables posteriores a la Independencia y la Reforma. 

VER: Las memorias de los expresidentes de México [Primera Parte]

Este sitio se llama «Panteón de San Fernando» y está ubicado en la Plaza de San Fernando 17, colonia Guerrero, en la delegación Cuauhtémoc, de la Ciudad de México. Este panteón fue de los más importantes de la capital del país entre 1832 y 1871, mismo periodo que estuvo en funcionamiento. Su relevancia radicó en que las grandes personalidades de la época y las familias de mayor abolengo fueron enterrados en sus criptas. 

A partir del 31 de julio de 1859 el gobierno de Benito Juárez expidió una ley que decía que los panteones pasarían a ser propiedad del gobierno. Tan sólo un año más tarde, en 1860, el panteón de San Fernando fue declarado como Panteón de Hombres Ilustres. Poco tiempo después, en 1935, fue declarado monumento histórico por el Instituto Nacional de Antropología e Historia. En 1968 fue restaurado de manera considerable y el 31 de mayo de 2006 se convirtió en museo de sitio.

Benito Juárez fue presidente de México del 15 de enero de 1858 al 18 de julio de 1872, murió siendo Jefe del Ejecutivo.

Benito Pablo Juárez García, quien murió de una angina de pecho, en su habitación de Palacio Nacional, está enterrado en el mausoleo más protagónico de este cementerio. Ahí mismo yacen los restos de su esposa Margarita Eustaquia Maza Parada, así como de los hijos que procrearon juntos. 

Al interior del mausoleo se encuentra su frase: «El respeto al derecho ajeno es la paz».

La tumba de Juárez en San Fernando muestra una escultura del ex presidente apoyado en el regazo de la Madre Patria.