Hace 43 años, cuando México estaba indignado por los estudiantes muertos de 1968 y el presidente Luis Echeverría Álvarez creaba el Infonavit como apoyo a los trabajadores, el 26 de noviembre nació en territorio yucateco una mujer de la que no se supo mucho de su existencia hasta que se metió por primera vez en el mundo de la política, en 1998. Su nombre: Ivonne Aracelly Ortega Pacheco, quien hasta el día de hoy hace política como Diputada Federal y no ha dado indicios de que la vaya a abandonar en el futuro cercano, pues es de las pocas mujeres que han levantado la mano para la batalla por la silla presidencial en 2018.
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Ivonne Ortega, quien pasó sus primeros años jugando en los charcos y a quien la lengua maya la acompaña en muchas de las palabras que pronuncia a diario, tiene diversas curiosidades qué contar de los años en los que no sabía que gobernaría su estado.
1. Ivonne y no Iván. Luego de haber tenido dos hijas, Isabel y Guadalupe, don Humberto Ortega deseaba y esperaba que su tercer retoño fuera niño y se llamara Iván, pero para su sorpresa fue niña y decidió llamarla Ivonne Ortega Pacheco, quien por azares del destino, años después asumiría las funciones del “hombre de la casa” en más de una ocasión.
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2. Cuando era niña, los padres de Ivonne le informaron que no podría seguir estudiando por falta de recursos, por lo que Ortega Pacheco compró una marrana con la intensión de convertirse en porcicultora, también trabajó en una tienda de abarrotes, una panadería y vendiendo productos de belleza Mary Kay.
3. A los 23 años Ivonne saltó a la política como candidata a alcaldesa de su municipio natal, Dzemul, cuando atendía un puesto en un mercado local y sólo contaba con la primaria en su historial académico.
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4. Pasó por la secundaria en el sistema abierto; terminó la preparatoria cuando era diputada federal y, en 2014, obtuvo su título como Licenciada en Derecho por el Centro Universitario de España y México.
5. Desde su juventud Ortega Pacheco tuvo graves problemas de sobrepeso y cuando se convirtió en gobernadora de Yucatán en 2007 empezó a trabajar en su metabolismo y disminuyó considerablemente los más de 110 kilos que le llegó a delatar la báscula.
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6. Cuando Ivonne le dijo a su madre que se iba a dedicar a la política, ella respondió diciendo “me vas matar”. Irónicamente, doña Isabel Pacheco es quien más ha apoyado la carrera de su hija.
7. Su abuelo, Álvaro Pacheco, fue la mayor influencia en la vida de Ivonne. Ella asegura que le “mostró el mundo y al ser humano tal cual es, con sus virtudes y defectos”. La diputada aún posee y habita la casa que perteneció al padre de su madre y le puso el mismo nombre a su hijo, Álvaro Humberto.
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8. Una de las frases favoritas de Ivonne y que ha usado en discursos de campaña se la dijo su abuelo, Álvaro Pacheco, cuando era joven: “Si no vives para servir, entonces no sirves para vivir”.
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Una más: Le encantan los tacones altos. Ivonne Ortega es de las que les gusta completar su look diario con un buen par de zapatos altos. Uno de sus pares favoritos fue realizado a mano por huicholes.