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El estilo de vida de la hija de Carlos Romero Deschamps
Ahora que el pasado sábado 20 de mayo de 2017, Paulina Romero Durán llegó al altar con Juan Carlos Rentería Covarrubias, este tendrá que enfrentarse a un estilo de vida muy alto, pues la hija del dirigente de cerca de 200 mil trabajadores de Pemex está acostumbrada a los viajes de primera clase, a ropa y accesorios de diseñador, a paseos exclusivos en yate y a comida y bebida de miles de dólares.
VER: La boda de la hija de Carlos Romero Deschamps
Sin planearlo, Paulina se estaba casando exactamente cinco años después de que el diario Reforma difundiera su estilo de vida que ella evidenciaba en sus redes sociales, la ola de críticas se fue contra Paulina y su papá, entonces candidato al Senado de la República y alcanzó hasta Enrique Peña Nieto, candidato a la presidencia de México, quien había declarado días antes: «mi amigo y líder de los petroleros».
Fue exactamente el 19 de mayo de 2012 cuando en la edición del Reforma se exhibió la opulencia y lo estrafalaria que era la vida de la hija de Carlos Romero Deschamps, desde Inglaterra, pasando por Francia y Dinamarca, hasta Rusia eran los destinos elegidos por la mujer que se comprometió para toda vida en el hotel Camino Real de Polanco con Juan Carlos Rentería, quien tampoco está libre de escándalo, ya que en 2004 se dio a conocer que Pemex le pagó por realizar cirugías plásticas a Hilda Ledezma Mayoral, esposa del entonces director general Raúl Muñoz Leos.
Dentro de sus gustos ostentosos, están los viajes en aviones privados, el vino Vega Sicilia que cuesta más de diez mil pesos, los bolsos Birkin que superan los 12 mil dólares, un bolso Louis Vuitton Lockit PM Suhali, edición limitada en el 2007 y de más de 51 mil pesos. Hospedarse en hoteles de cinco estrellas en Europa. Le gusta comer en el restaurante Nobu, propiedad del actor Robert de Niro, prefiere la carne Kobe de las más caras por su calidad, etc.
Así como su hija, Romero Deschamps ha estado involucrado en diversos escándalos, como los mil 500 millones de pesos que sacó del Sindicato para financiar la campaña de Francisco Labastida en el 2000, o cuando se evidenció que utilizaba un reloj de 18 kilates que portaba con mucho orgullo el cual se estimaba en 400,000 mil dólares o el coche Ferrari Enzo de edición limitada que le regaló a su hijo que asciende a los dos millones de dólares.