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Pecados Capitales: Soberbia
La soberbia proviene del latín superbia y se define como un sentimiento de valoración de uno mismo por encima de todo. Según la escrituras bíblicas, es el pecado más serio de todos, debido a que lo cometió Lucifer, quien al creer que tenía demasiado poder pensó que podría ser igual que Dios, lo que le costó el destierro del reino de los cielos.
También se puede entender como soberbia a la creencia de que todos los actos que uno comete o dice son superiores a los de los demás, a su vez este pecado crea en su víctima una prioridad en él mismo y en sus necesidades, es decir: primero yo, luego yo y después yo.
En la política, hay más de un funcionario que ha sido presa de este pecado capital, y que al creer que las decisiones que ha tomado son las mejores, ha dejado mostrar su lado más soberbio.
Felipe y su guerra contra el narco
Un ejemplo de la soberbia podría ser el gobierno del expresidente Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012), quien en su afán por consagrase como el presidente que libró a México del narcotráfico y la delincuencia, sumergió al país en una ola de confrontaciones, violencia y sangre, mucha sangre. Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en los seis años que duraron Felipe y (@FelipeCalderon) su “narcoguerra”, el saldo fue de 121 mil 683 muertes violentas.
La maestra y sus compras de lujo.
Quien también cayó en las manos de la soberbia fue la maestra Elba Esther Gordillo, quien desde 1989 y hasta su detención en el 2013, fungió como dirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE). Elba, siempre se caracterizó por ser una mujer fuerte, poseedora de una gran inteligencia y habilidad estratega, pero la ambición y la soberbia probablemente fueron lo que la llevaron a poner su vida y su carrera tras las rejas. Pues según las acusaciones que se le imputan, la maestra gastó miles de dólares del SNTE comprando ropa y accesorios en tiendas de alto lujo.
Purificación y su empresa de comunicación móvil.
A la diputada del Partido de la Revolución Democrática, Purificación Carpinteyro (@PuriCarpinteyro) la soberbia se la comió, pues por querer comunicar que su planes iban viento a favor, se le olvidó el proverbio inventado por el poder “todos estamos alambrados” y sin temor alguno, a través de una llamada telefónica con importante empresario, se soltó a decir todos los beneficios que la nueva ley de Telecomunicaciones (que en ese momento se discutía en la Cámara de Diputados), le traería para la creación de su nuevo modelo de negocio. Por supuesto el audio de esa llamada se filtró a la prensa y Purificación no solo se quedó sin nueva empresa, sino que a pesar de sus esfuerzos tuvo que excusarse del debate de la ley por un supuesto conflicto de intereses.
Andrés Manuel y su afán por se presidente
Un gran ejemplo del famoso “primero yo, después yo y hasta el último yo” es el de Andrés Manuel López obrador (@lopezobrador_), quien además de sufrir de la “enfermedad del poder” según el libro del doctor, David Owen, también ha pecado de soberbio en más de una ocasión, pues su afán de ser presidente lo ha llevado a cometer varias actos, incluso crear su propio partido político. Hay que recordar que tras perder las elecciones presidenciales en el 2006 contra el panista Felipe Calderón, AMLO y sus seguidores acamparon en avenida Reforma, realizaron marchas, intervinieron quejas y demás recursos para impugnar la elección, lo cual no sucedió. En 2012, de nueva cuenta se lanzó como candidato presidencial por la coalición Movimiento Progresista (PRD, PT y Movimiento Ciudadano) y por segunda ocasión perdió, esta vez contra el candidato del PRI, Enrique Peña Nieto.